Esta pregunta nos surge, sobre todo, a las personas que no tenemos intención de dedicarnos a prácticar la comunicación animal de forma permanente… sin embargo, esta explicación que nos propone Laila aquí tiene gran importancia y nos hace reflexionar sobre el tema.

¿Para qué sirve la comunicación animal? Me hicieron esta pregunta durante un seminario

Para empezar, y a priori, no «serviría para nada». La belleza de esta lengua radica en que, por una vez, no vamos a «hacer uso» de algo

La Comunicación está ahí para permitirnos comprender QUIÉN ES un animal. Cómo piensa, cómo se siente, cuál es su relación con su entorno, con sus congéneres, sus guardianes humanos.

Por supuesto, nunca podremos comprenderles completamente ya que nosotros somos humanos y todo estará filtrado por nuestro «modo humano».

¡Ni siquiera llegamos a comprender a nuestros propios congéneres o incluso en ocasiones hasta ni a nosotros mismos!

Sin embargo, esto, nos permite «acercarnos» a esta comprensión de otro ser consciente.

Y nos permite también acceder a la comprensión de sus necesidades. ¿Cómo puedo ayudarle en el día a día que comparte conmigo y saber qué es lo mejor para él?

Por lo tanto, esto me permite comprender en mi interior las emociones y los pensamientos de un animal. El hecho de que yo le comprenda y lo sienta «dentro» lo vuelve indeleble, eterno. Jamás podré olvidar lo que haya sentido.

Esto me permite aprender a «estar», únicamente a «estar»: estar presente focalizando mis pensamientos y guiando mis emociones. De algún modo, ser testigo.

Me permite también entrar en un estado de conciencia modificado y desarrollar mis «herramientas», ya que esta lengua se aprende a través de mis sentidos: clarividencia, clarisentimiento, clariaudiencia, clariolfativo, clariconocimiento. En este estado de conciencia modificado, puedo intercambiar con mi animal de manera más profunda y teniendo muchas menos interpretaciones.

Así, puedo tocar con mis sentidos las orillas de la conciencia de otro ser sintiente. Sólo puedo tocar esa orilla ya que, siendo humana, jamás me podré zambullir en su interior. Sin embargo, puedo sentir su textura, respirar su perfume y aprehender la grandeza de su dimensión…

Gracias a la quietud y a la calma que establezco en mi interior al comunicar, puedo rozar con mi alma lo que significa el amor incondicional.

«El reflejo de la luna no puede verse claramente en aguas agitadas, sino cuando la superficie del agua está en calma»
Paramahansa Yogananda