Estas son algunas reflexiones para sobre la salud de nuestros compañeros los animales. Sus necesidades y lo que podemos aportar para su bienestar.

Numerosos factores actúan sobre el bienestar y la salud de nuestros compañeros animales.

 

El modo de vida que imponemos a nuestros compañeros animales no es «natural» y todos somos conscientes de ello.

A menudo están encerrados o viven en condiciones artificiales, alimentados con pienso comercial, sujetos a las toxinas medioambientales, a la falta de contacto con la naturaleza, el sol, el aire fresco y la lluvia.

Como consecuencia de esto, absorben muchas toxinas exteriores que penetran en sus cuerpos. Estas toxinas provienen de una alimentación industrial, de vacunas y, por supuesto, del medio ambiente.

Por ejemplo, los productos químicos se inhalan o sus emanaciones penetran la piel (productos de lavado, cosmética y otros) al igual que las toxinas medioambientales visibles o invisibles (pesticidas). Debemos hacer un esfuerzo para informarnos y conocer la naturaleza de esas toxinas. Existen numerosos libros con consejos para aprender a organizar de nuevo su vida disminuyendo el impacto de las toxinas.

 

Están las que llamo las tóxinas emocionales

Según mi modo de pensar, si el organismo está ya amenazado a causa de las toxinas externas, habrá más probabilidades de que esas toxinas emocionales desencadenen un problema de salud.

Gracias a mis años de experiencia en comunicación animal, he llegado a la conclusión que sobre todo son las grandes emociones humanas, como la ira, las discusiones, los rencores no expresados, las cosas que no se han dicho… las que van a ser absorbidas y que van a afectar al bienestar de vuestro animal.

Las toxinas emocionales no serán la causa directa de una enfermedad, pero pueden ser la chispa que la provoque.

 

¿Cómo remediarlo?

Fortaleced el sistema inmunitario informándoos sobre el alimento en sí, los complementos alimenticios y las vacunas. Reducir, e incluso, eliminar las causas de toxinas químicas en el hábitat en el que se encuentran.

Al mismo tiempo, ocupaos de vuestras emociones: por supuesto, todos vivimos con emociones fuertes, preocupaciones y estrés. Lo importante es ser consciente de ello, de comprender la fuente de nuestras reacciones y de intentar aportar una transformación.

Intentad poner un remedio al encierro y al aburrimiento de vuestros compañeros animales. Ofrecedles situaciones estimulantes, juegos. Sed creativos.

 

El papel de la Tierra

Es muy importante que un animal pueda estar en contacto con la tierra. Son las frecuencias magnéticas de la tierra las que le van a ayudar a eliminar las toxinas emocionales absorbidas por los humanos, a equilibrarlo y a mejorar su sistema inmunitario.

Gracias al contacto físico con nuestra tierra madre, nuestros animales reciben una energía de fuerza de vida que les ancla y les ayuda a reconectarse. Cuando están en contacto con la tierra, están en «the flow» (el flujo).

Es este contacto el que les permite desintoxicarse de las toxinas acumuladas. Por ello, un perro que come pienso de mala calidad y está encerrado todo el día en una casa, tiene más probabilidades de tener problemas de salud.

Dejad a vuestro animal en la hierba, que coma hierba, que haga agujeros, que juegue, ladre, olisquee, mordisquee, persiga ardillas (¡no las atrapará!)

Dejad a vuestro gato que trepe por los árboles, que se revuelque en la tierra, olisquee, hasta incluso que se pelee con los otros gatos del vecindario (sí, señoras, ya sé que esto no os gusta) ya que esto fortalece su inmunidad y estimula su sistema nervioso.

Dejad a vuestro caballo que galope, que dé coces, que se ensucie, y no en el picadero: que pueda estar en contacto con la tierra, atraviese todo tipo de terrenos, ande sobre las hojas muertas tanto como sobre el barro, sobre la hierba, las ramas y las piedras, atraviese el agua de los riachuelos….

Dejemos a los animales establecer su propio sistema jerárquico, no interfiramos, salvo en casos extremos. Todo ello estimula su sistema nervioso y reaviva su fuerza vital.

Por supuesto, necesitan sol, sentir la lluvia y el viento…

Sí, su vida con nosotros no es natural, pero es que hoy en día ya no hay gran cosa de natural… Cada vez hay más compañeros animales que comparten la vida de los humanos, y no sabemos realmente porqué. Pero yo sé que vienen para su propia evolución, así como para la nuestra ya que, ante su presencia, sonreímos, nos convertimos en mejores personas, aprendemos el amor incondicional.

Así que esforcémonos en velar, todo lo que podamos, por su salud y su bienestar.