Ayer mismo recibí un correo de una persona diciéndome que había hablado con un famoso jinete quien le había comentado que los caballos no tienen alma. Entonces esta persona me escribió preguntando que es lo que pensaba yo…

Después de unos momentos de indignación, me puse a reflexionar…

¿Cómo es posible que trabajando día tras día con caballos se pueda pensar que no tienen alma?

Si cada gesto, cada mirada, todo lo que emanan… muestran claramente que tienen conciencia y alma.

Tantas veces… he escuchado hablar que los animales son tontos, que no tienen pensamientos ni emociones ni consciencia. Pero la verdad es que todo tiene consciencia, los animales, las plantas, las rocas y la madre tierra que pisamos.

Conciencia es lo mismo que alma o esencia de un ser

En muchas tradiciones antiguas se encuentran las creencias de que todo tiene alma. Por ejemplo en el taoísmo y en las tradiciones amerindias de Norteamérica tienen la noción de que todo lo que existe tiene alma.

La cuestión es que nosotros los humanos, pensamos que somos los únicos con conciencia porque reconocemos los tipos de pensamientos y las emociones que tenemos como grupo humano. Las únicas diferencias son los distintos valores culturales o religiosos, pero en el fondo reconocemos un idioma común de la humanidad y pensamos que nosotros somos los únicos quienes tenemos conciencia y los otros seres que conviven con nosotros en el planeta no.

Además nuestros sistemas religiosos nos han otorgado «un alma» con todo los beneficios que esta alma nos dará después de la muerte. Los sistemas religiosos nunca han elaborado una creencia sobre el alma animal… (sí en el budismo) y hemos llegado a la conclusión de que no existe el alma animal ni tampoco en otro ser vivo.

Pero si llegáramos a entender completamente, llegar a lo más profundo de cada ser vivo, animal o vegetal, entenderíamos que ellos también tienen conciencia y alma igual que nosotros. Entenderíamos que todos somos iguales. No solo como una idea, sino por experiencia directa.

Para llegar a esta dimensión profunda, tenemos que amplificar y modificar nuestra conciencia. Cuanto más expandimos nuestra propia conciencia, más podemos acceder a la de los otros seres vivos, entendiéndoles y comprendiéndoles.

El  puente para llegar a esto es la compasión

La emoción más elevada, según mis vivencias, es la compasión. No se puede tener compasión sin conciencia.

En este caso, Conciencia significaría estar al tanto de lo que esta pasando en su entorno, de las emociones de los demás que lo rodean y tener la capacidad de reflexionar sobre uno mismo.

Recuerdo un día que estaba en un parque de animales y vi a un mono. Parecía que estaba llorando, lanzaba pequeños chillidos de pena. Otro mono, que parecía más mayor, subió inmediatamente al árbol, se acercó a él, se puso a acariciarle la mejilla igual que si le estuviera secando las lagrimas, luego le cogió en brazos y el mono se tranquilizo.

Otro día que estaba visitando una cuadra en el este de Francia, vi a un caballo blanco y un perro negro.
La escena me sorprendió. El perro era muy mayor y tenía artrosis, le costaba desplazarse y le dolía la espalda. Cada día se iba a ver al caballo blanco que estaba en la cuadra y éste le hacia masaje en toda la espina dorsal, mordiéndole muy suavemente de arriba hacia abajo. ¡El perro disfrutaba plenamente de esta nueva técnica holística!

En muchos tests científicos que se han hecho con ratones (tests crueles que no son necesarios) se ha podido mostrar el alto nivel de compasión de los ratones. Por ejemplo un grupo entero de ratones prefería dejarse morir de hambre para salvar a otro ratón, en vez de tomar el premio de comida. Cuando entienden que el premio de comida significaría la muerte inminente del ratón maltratado, eligen no comer.

La compasión, como seres humanos, nos permite entender el idioma de los demás, ver el mundo a través de sus ojos y sentirse  como ellos.

Más experiencias de la Conciencia y el Alma animal

Cuando estuve filmando para un documental, tuve la ocasión de poder  acceder a los pensamientos y la forma de pensar de muchos animales distintos tales como vacas, gorilas, cuervos, etc.,.
En todos los casos he podido ver y demostrar que todos ellos podían  entender perfectamente lo que estaba pasando a su alrededor, captar las emociones y los pensamientos de los demás seres, humanos y animales, en su entorno. Ser capaces de tener compasión y la noción de quienes son ellos mismos y saberse diferenciar del otro. Soy capaz de ser consciente de como me siento, yo soy yo y el otro es el otro.

Según los filósofos más prominentes de hoy en día, esto es lo que determina la conciencia. En los animales, a pesar de conocer la diferencia entre su ser y la del otro, he podido ver que no hay juicio, si no  entendimiento del otro, una noción de justo y de no justo, compasión y muchas veces amor incondicional.

¿Todavía podemos pensar que los animales no tienen alma?

Para profundizar aún más sobre la Conciencia y el alma de los animales dispones de los libros de Laila del Monte: